La mayoría de las plantas tienen limitado su periodo de cultivo a una determinada estación del año. Las estaciones limitan las épocas de cultivo. No podemos sembrar tomates en cualquier época de año y pretender que se desarrollen correctamente. Sabemos que tenemos que esperar que la temperatura y la luz sean adecuadas. Las plantas saben cuando deben florecer, tienen una especie de « calendario circadiano » que controla sus funciones básicas y determina el momento en el que se producirá.
El caso es que un equipo de la Universidad de Yale parece haber encontrado la forma de modificar los genes de las plantas para que puedan crecer en cualquier momento del año. Vamos a ver cómo.
Cambios de fecha y de localización para el cultivo
Nosotros no decidimos en que estación del año deben crecer las plantas. Algunas necesitan más calor que otras, unas determinadas temperaturas que las proporciona el verano o el invierno. Esas características condicionan el lapso de tiempo en que se puede realizar cada cultivo, y la cantidad de alimento que puede producir cada región del planeta. Pero una modificación genética adecuada, que modifique un engranaje genético clave identificado por los investigadores de la Universidad de Yale, podría eliminar esta limitación al hacer posible el cultivo en cualquier estación del año.
El trabajo realizado por los miembros de esta universidad podría tener amplias implicaciones para la agricultura mundial, ya que al posibilitar el cultivo de alimentos en cualquier estación del año abarataría y aumentaría su producción. Además, este cambio en los genes de las especies vegetales les permitiría ser cultivadas en latitudes que generalmente no le son propicias.
Alterados genéticamente
Este es el problema, si queremos cultivar en cualquier época del año, los vegetales van a ser modificados genéticamente. Eso lo saben los grupos ecologistas y es por ello por lo que se oponen terminantemente. La idea de cultivar plantas en zonas donde no están naturalmente adaptadas puede provocar que la especie modificada invada el territorio de otras.
Los agricultores se ven limitados por las estaciones del año pero, a través de la comprensión del ritmo circadiano de las plantas que controla funciones básicas tales como la fotosíntesis y la floración sería posible diseñar variedades capaces de crecer en diferentes estaciones y lugares
El mecanismo interno que han identificado en las plantas es el equivalente al “reloj interno” que poseen casi todos los organismos y que participan en la sincronización de los procesos biológicos que dependen del día y la noche. En las plantas, el mecanismo no solo “ajusta” el comportamiento con los cambios diarios sino que también tiene influencia en la forma en que la planta se comporta a lo largo de las estaciones.
Via I NEOTEO