Es el sueño de toda persona apasionada a la jardinería, de la naturaleza, en definitiva, del mundo verde, tener la posibilidad de fabricar y disfrutar de un bosque en cualquier lugar del planeta. Y por qué no hacerlo en el desierto. No es una idea muy disparatada, sobre todo sabiendo que el uso de uno invernaderos gigantes son capaces de facilitar el crecimiento de especies vegetales y agua potable en cualquier medio, incluso en el desierto.

Desierto Sahara

Este proyecto de perfeccionar un sistema de invernaderos gigantes que funcione como una ‘fábrica de bosques’ tiene como objetivo crear un oasis en el desierto del Sáhara. De hecho, ya se firmó un acuerdo para la construcción de una planta piloto cerca del mar Rojo en Jordania con la participación del Gobierno de Noruega.

El mundo tiene una abundancia de luz solar, agua de mar, dióxido de carbono y tierras áridas y estos recursos se usarán para la producción sostenida de alimentos, agua y energía renovable, al mismo tiempo que se combate el efecto invernadero gracias a las emisiones de CO2 que liberarán las nuevas zonas verdes.

Uso del mar Rojo

La planta funcionará con agua salada del mar Rojo, esta agua se llevará al invernadero para enfriar el aire y mejorar las condiciones de los cultivos. El aire pasará por unas tuberías de agua de mar calentada por el Sol y este aire caliente y húmedo se condensará en una serie de tubos verticales de forma que se transforme en agua potable al caer en unas estructuras colectoras de agua dulce.

Mar Rojo

Esta agua dulce será calentada por un sistema central que concentra el calor del Sol para proporcionar vapor y así hacer funcionar una turbina. Esa turbina es para generar electricidad que a su vez se usará para alimentar los ventiladores y las bombas del invernadero. También se usará el agua dulce para los cultivos de semillas en el invernadero.

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