Sí amigos, lo que leéis, nuestros país vecino Marruecos es el número uno mundial en exportación de cannabis. Seguramente sabías de sobra la fama del mundo marroquí con este producto, pero ahora no es un rumor, es cierto.
Según un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes del 2012 el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Marruecos corresponde a la exportación de la resina de cannabis. Sobretodo a Europa, que sigue siendo el primer cliente y el primer consumidor de esta droga.
Pero si te sorprende ese 10% del PIB, decirte que esos datos han bajado, ya que en 2012 esta actividad ilegal representaba el 12% del PIB. Marruecos continúa siendo el mayor exportador de este psicotrópico en el mundo, por encima de Afganistán y Jamaica. Ambos países producen aproximadamente 12.000 toneladas de hachís. Sin embargo, la cifran marroquí está muy por encima: 38.000 toneladas. «Marruecos es siempre el primer productor de cannabis del continente africano y del mundo, incluso aunque la producción este bajando«, explica la JIFE.
57.000 hectáreas dedicadas al hachís
La mayoría de ellas cultivas en las montañas del Rif y más concretamente en la villa de Issaguen, conocida tradicionalmente como Ketama. Según datos de 2005 de la Oficina de la ONU contra el delito y la droga (ONUDD), 89.900 familias viven del cultivo del kif en esas tierras y según un cálculo estimado no ganas más de 2.000 euros anuales.
Por tanto, no son ellos los que disfrutan del beneficio económico de la exportación de esta droga que produce 114 mil millones de dirhmas al año en Marruecos. Los campesinos se quejan de ser marionetas de las mafias del narcotráfico que compran sus productos y los convierten al hachís y aseguran que si la legalización del kif llegará al país alauí sus condiciones cambiarían considerablemente.