Tener una planta carnívora en casa ya no es una cosa muy rara, muchos optan por ellas como alternativas a los insecticidas hogareños. Pero la tecnología y los avances van más allá. Atrás queda la típica planta que espera que el insecto se pose sobre sus hojas. Ahora hablamos de un robot capaz de atrapar un insecto y con el desarrollo suficiente para digerirlo y convertirlo en electricidad.
La reutilización de desechos es un claro objetivo de los científicos, cada vez más se utilizan desechos para obtener energía. Pero de lo que estamos hablando no son desechos, sino insectos. El problema es que existe una enerome cantidad de seres que dependen de los insectos para sobrevivir. Uno de esos seres es la planta carnívora (en sus múltiples especies). Para muchas personas es admirable la forma en la que la planta atrae a su presa (de la cual obtiene nutrientes, pero no energía), y también están aquellos que las usan para control de insectos, aunque en general estas plantas requieren de mucha atención y delicadeza a la hora de cultivarlas. Sin embargo, ¿qué pensarías si un robot pudiera imitar a una planta carnívora, pero en vez de obtener nutrientes de su presa, la convierta en energía?
Sólo con tocarlo y ya eres presa
Aunque la parte de la digestión no ha sido aplicada aquí, en lo que se refiere a la “mecánica” de la captura, encontramos dos desarrollos: Uno proviene de la Universidad Nacional de Seúl, a cargo de Seung-Won Kim y su equipo. Utilizan una pieza de fibra de carbono a modo de “hojas”, conectada a un resorte metálico “con memoria” que reacciona con el peso del insecto. El otro desarrollo fue llevado a cabo por Mohsen Shahinpoor de la Universidad de Maine, pero a diferencia del trabajo de Seúl, recurre a membranas de polímero (músculos artificiales) para imitar a las hojas, cubiertas con electrodos de oro. Cuando una corriente viaja por la membrana, se dobla en una dirección, generando lo opuesto cuando se invierte la polaridad.
A pesar de las claras diferencias, estos desarrollos nos hacen recordar al británico EcoBot y al proyecto EATR de DARPA. ¿Qué puede llegar a salir de todo esto? El tatara-tatarabuelo del “Señor Fusión”… o una extraña versión robótica de “Soylent Green”. La idea de reutilizar desechos para convertirlos en energía y aplicarla a casi cualquier cosa siempre es buena, pero que un robot pueda capturar a un insecto y utilizarlo para mantenerse en funcionamiento enciende una muy pequeña luz de alarma. Los responsables del robot EATR debieron salir a declarar que la misión del robot no es alimentarse de humanos… pero seguimos siendo biomasa, ¿cierto?
Fuente I Neoteo