Es posiblemente la cosa más pequeña que tengamos en las manos a la hora de comenzar nuestro cultivo. Varias de ellas nos pueden dar la alegría de nuestras vidas o hacernos desperdiciar mucho esfuerzo. Son una fuente de vida. No somos capaces de conocer realmente qué secretos ocultos contienen en su interior. Una semilla contiene todas las características genéticas de una planta.
El código genético dicta si lo que es, si son feminizadas, auto-floración regular, o autofloreciente feminizada. Las semillas son el resultado de la propagación sexual, y contienen genes de cada masculino o femeninos, (Algunas plantas conocidads como hermafroditas, tienen genes masculinas y femeninas en la misma planta). Los genes dentro de una semilla también dictan el tamaño de la planta; resistencia a las enfermedades ya las plagas; raíz, tallo, hoja, y la producción de flores; niveles de cannabinoides; y muchos otros rasgos. La composición genética de una semilla es el factor más importante que dicta cómo crecerá la planta bajo luz artificial o la luz natural e incluso nos dirá los niveles de cannabinoides que producirá.
Germinación, fase clave
Todas las semillas tienen los mismos requisitos básicos para la germinación y el crecimiento de las misma. Padres fuertes y saludables, prácticas adecuadas de crianza y cuidado excelente producirán semillas que germinarán bien fuertes. Semillas fuertes producirán plantas sanas y cosechas de calidad. Las semillas almacenadas bajo condiciones adversas (calor, frío o humedad) o almacenados demasiado tiempo germinarán lentamente y tienen una alta tasa de fracaso. Las semillas vigorosas y sanas iniciarán el crecimiento en unos o dos días. Algunas semillas tardan más en germinar. Las semillas que tardan más de un mes para germinar no merecerán la pena cultivarlas.
La capa exterior de la semillas permite la protección de sus genes. Algunas semillas no cerradas correctamente permitirán que la humedad y el aire penetren, por lo que harán que sean menos viables. Las semillas rotas invitarán enfermedades y plagas. Estas semillas no tendrán la suficiente fuerza para germinar y crecer bien.
Lo más importante es hacerse con unas semillas de calidad en sitios de confianza. Que al verlas a simple vista no estén rotas ni dañadas. Tenéis que ser muy precisos en su elección, pues determinará el resultado de nuestra cosecha.
VIA I hightimes.com