Tenemos la concepción de que la legalización de la marihuana provocaría un aumento del consumo de la misma por parte de los jóvenes, ya que los incitaría a consumirla pues la percepción de sus daños decaería. Los detractores además de este problema, señalan que la marihuana produce efectos negativos en el cerebro: deteriora la memoria, inteligencia y capacidad de atención.
Pero esta idea puede dar un giro de 360º. Un estudio publicado por The Lancet Psychiatry afirma que legalizar el uso terapéutico de la marihuana no aumentaría su consumo entre los jóvenes. El estudio se basa en el análisis de datos de 1,1 millones de adolescentes entre 1991 y 2014. Se acudió a una gran base de datos de la Universidad de Michigan que evalúa distintos hábitos de la juventud estadounidense, entre ellos, el consumo de drogas.
Los jóvenes de EE.UU. no consumen más
De los 50 estados de EE.UU., 23 han dado el paso de aprobar la administración de la marihuana bajo supervisión del médico para tratar a pacientes que reciben cuidados paliativos, pero también para combatir los efectos de la quimioterapia o enfermedades como la esclerosis múltiple. Entre los estados tentados a la legalización están: California, Nevada, Arizona, Oregón, Colorado, Washington, Illinois, Nueva Jersey, Nueva York, Hew Hampshire.
Cuando se comparó el consumo del antes y del después del uso de la norma, se reveló que el consumo de los jóvenes en todas las edades apenas se alteró significativamente. Era del 16,25% y, tras la regulación, fue de 15,45%. Pero la mayor sorpresa fue la caída en el consumo de cannabis en el grupo de edad más joven, el hábito se redujo de 8,1% al 6%. Adicionalmente, se arroja un nuevo dato: el consumo de marihuana entre adolescentes se daba mucho antes de su legalización por lo que deben tenerse otros aspectos en cuenta como la facilidad de los jóvenes para acceder a ella.
“Nuestros hallazgos aportan la evidencia más sólida alcanzada hasta el momento de que el uso de marihuana por parte de adolescentes no se incrementa después de que se legalice su uso médico”, asegura la profesora de epidemiología Deborah Hasin, responsable de la investigación.
El profesor Joan Carles March destaca la fiabilidad metodológica del estudio y subraya su importancia. «Este artículo nos ayuda a romper el esquema de que las drogas son siempre malas y están únicamente relacionadas con riesgos para la salud: no solo también tienen usos terapéuticos para sus usuarios, sino incluso efectos preventivos para el resto de la sociedad, como muestra el artículo al contribuir a que descienda el consumo de cannabis«.