El primer post sobre el cultivo en terraza estuvimos viendo cómo la luz y la época de siembra son fundamentales y decisivas para el desarrollo de nuestra plantación. Es lógico pensar que teniendo un jardín o espacio en el interior de casa sería mejores opciones de plantación, pero esta guía es sola y exclusiva para plantaciones de terraza, donde el espacio es reducido y donde las condiciones meteorológicas serán las que en mayor medida decidan el futuro de nuestra “pequeña“.

Condiciones climáticas

El tamaño de nuestra planta dependerá en gran medida de la zona geográfica en la que estemos. Por ejemplo, si vivimos en una zona en la que las tormentas de verano son fuertes y habituales, es bastante práctico que el tamaño de los contenedores no sobrepase los cincuenta o sesenta litros, ya que podríamos resguardarlas en el interior del hogar. Asimismo, si las lluvias son habituales, escogeremos variedades resistentes a los hongos.

Si por el contrario vives en un clima más bien caluroso, lo más conveniente sería plantar variedades con cierta resistencia a la sequía. Además, también es recomendable que las macetas tengan un color claro o que estén cubiertas por algún tipo de material que las proteja del calor.

Tierra, agua y nutrientes

El sustrato tanto para interior como para exterior es el mismo. Sin embargo, si vivimos en una zona calurosa o con fuertes vientos deberíamos considerar la posibilidad de añadir algún material que aumente la retención de agua sin comprometer la aireación como polimeros, por ejemplo.

En cuanto al agua de riego, al igual que en el cultivo indoor, deberá tener un pH óptimo para que las plantas puedan absorber perfectamente los nutrientes. En cuanto a los nutrientes, lo ideal es preparar el sustrato con un aporte inicial de abono biológico. Humus de lombriz y guano de murciélago serán suficientes, aunque si se quiere dar un aporte extra también podemos añadir estiércol de oveja.

Además, dado que las lluvias y riegos pueden arrastrarlos, también es ideal utilizar fertilizante líquido para el cannabis. Bastará con fertilizantes de crecimiento y floración.

Plagas y enfermedades

En los cultivos de exterior en terraza, las plantas suelen ser menos resistentes a plagas y enfermedades si éste está situado en un núcleo urbano. Por extraño que parezca, aunque en el campo hay muchos más insectos que en la ciudad, en ésta última las plagas suelen ser más frecuentes. Para prevenir las posibles plagas, lo más aconsejable es utilizar aceite de neem o algún otro preventivo biológico.

La cosecha

Por último, como en cualquier otro tipo de cultivo cannabico, habrá que hacer un buen lavado de raíces antes de cosechar. El momento de la cosecha en exterior dependerá, en muchos casos, de la salud de la planta. Si todo ha ido bien y ésta está sana, podremos cortar en el momento que consideremos idóneo y según nos guste el punto de madures de los tricomas. Sin embargo, si la planta tiene hongos y no podemos controlar la afección lo más recomendable sería cortarla antes de que sea demasiado tarde y los cogollos puedan verse afectados. Es recomendable cortarla cerca del mediodía, ya que suele ser el momento de menor humedad, cortarla mojada no es una buena opción.

En resumen, para cultivar en terraza en exterior, hay que prestar especial atención a la elección de la variedad más adecuada. Esta selección estará condicionada en gran medida por la zona en la que vayamos a cultivar así como por las condiciones del espacio de cultivo.

Guía básica para el cultivo en terraza

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